Comentario:
Un mundo feliz
Un mundo feliz es una novela escrita por el británico Aldous Huxley en 1932, y está ambientada en una sociedad futurista ( el "Estado Mundial”) totalmente controlada y planificada. Tanto es así, que los ciudadanos están divididos en castas (Alfas, Betas, Gammas, Deltas y Epsilones) de los cuales no pueden salir, y les condicionan a creer que el suyo es el mejor y es donde más felices pueden ser. La historia cuenta cómo, a pesar de que hacen creer a cada miembro de la sociedad que es feliz, siempre hay alguien que se plantea lo contrario, que se rebela. Y, como no podía ser de otra manera, el Estado los quita de en medio para mantener en pie su sistema “perfecto”.
El libro muestra una sociedad posible, a pesar de que pensemos que somos libres y que nadie nos controla, no es así. Simplemente describe los Estados actuales llevados al límite, en los que por tener todo controlado gracias a la ciencia y sus avances, renunciaríamos al arte, a la libre expresión, a la familia, al dolor, a todo lo que nos hace humanos y nos diferencia de las máquinas. No existe el individuo, sino el colectivo, deben servir a la sociedad, porque la moralidad impuesta a través de la hipnopedia se lo dice. Les enseñan desde pequeños a no temer a la muerte, sino a verla como algo útil. Todos creen ser felices, pueden conseguir lo que quieran cuando quieran, pero, el hecho es que solo quieren lo que el Estado elige.
Un tema tratado constantemente es el nacimiento y la familia. No hay. Ser estéril es un don, puesto que las palabras padre, hijo, familia, etc., son las más obscenas del vocabulario. Son creados en tubos de ensayo, y no de uno en uno, son producciones en masa, todos iguales de cada vez. ¿Y qué pasa si alguien se rebela o piensa diferente? Lo mandan a una isla. Así de fácil.
Pero, en el mundo también quedan restos de la antigua civilización, hay pequeños grupos de salvajes a los que se puede visitar como a los animales del zoo. Ahí creen en Dios, en la literatura, en las diferencias, en las bodas, y en la familia. Por eso llama tanto la atención, los pertenecientes a la sociedad “avanzada” no se explican cómo es posible la vida de esa manera. De ahí sale John, o Mr. Salvaje para los ciudadanos. Intenta introducirse en la sociedad, pero es incapaz. Su humanidad no le permite encajar. Teme y llora a la muerte, cree en el arte, y en Dios, y no soporta vivir donde eso no existe. Eso lo lleva a escapar, a refugiarse, y aislarse de esa locura, pero llama aún más la atención. La única manera que tiene de escapar de ese “mundo feliz” es con la muerte. Así que, ¿realmente es un mundo feliz, o, una dictadura tan extrema que hacen creer a la gente que es feliz?
Patricia Andión Marchena
Andrea Mª Gayoso Rodríguez 1ºBAC-B