EL FASCISMO DE LA POSESIÓN INMEDIATA
El fascismo ha adquirido muchas definiciones y matices a lo largo de los años. Antes era un insulto hacia la persona, un sinónimo de barbarie.
Aún en el día de hoy, se utiliza el significado del siglo pasado. Dices fascista, y aún piensas en bárbaros, con una indumentaria especial ( camisas negras, esvásticas ) que siguieron una brutal ideología. Pero no es el fascismo histórico de lo que hablamos. Es el fascismo de la posesión inmediata.
Este tipo de fascismo no es una doctrina sobre el poder del Estado, es el peligro de una táctica silenciosa: veo algo y lo quiero inmediatamente, ¿qué importa el medio para conseguirlo? Probablemente este sea el único punto en el que coincidan el antiguo con el que emana en nuestra sociedad actual.
El protagonista de esta nueva forma, es el adolescente. Este, no está situado en el mundo, se encuentra en busca de su camino, buscando su manera de vivir y de ser. Ese vacío, es una de las causas de este consumismo. Por ejemplo: un amigo de éste, compra un objeto nuevo, fashion , y a nuestro protagonista se le ocurre comprárselo, para obtener la atención de los demás. Yo también lo tengo. Aquí lo importante es presumir. Y ¿quién promueve esta codicia? ¿esta necesidad de bienes de lujo? El capitalismo. Exhibicionismo puro, es el método para encontrar la felicidad, para pertenecer a un grupo. ¿Qué importan las necesidades básicas, cuando puedes tener unas nike por “solo” 100 euros?
Según el capitalismo, la vida verdadera, la vida repleta de felicidad, es la que tiene como punto principal la propiedad. Cuanto más tengas, mejor. Y cuando no haya más que consumir, tranquilo mi estimado cliente, mañana habrá algo totalmente nuevo a su disposición, bueno a disposición de su cartera. ¿No tiene el dinero suficiente? No se preocupe, para que estan los préstamos, que nunca llegará a devolver a ese banco? Compre, compre lo que quiera, después nosotros nos llevaremos el beneficio, sea por su dinero, terreno, su casa…
Los partícipes de este fascismo, son cómplices o por ignorancia, falta de cultura, o porque están ciegos ante las desigualdades. ¿Dónde está la empatía? ¿dónde está la consciencia de los actos?. Estamos en una sociedad, controlada por instituciones, no por un Estado que lleva el sinónimo de sector público. Nos gobiernan los deseos más animales. Como decía Stuart Mill: hay que saber comparar los deseos, por educación o auto-reflexión. La sociedad debe obtener la felicidad mediante la igualdad, la repartición de bienes...Nosotros, individuos debemos dejar a un lado, distintas libertades individuales, para mantener un bien común.
La educación debería ser la clave para arreglar el fascismo de la posesión inmediata, sin embargo, cuando nuestros indiferentes gobernantes, quieran admitirlo, será demasiado tarde. El Estado, mediante el capitalismo, crea falsas ideologías y necesidades, luego sin piedad, las introduce en nuestra cabeza, ya desde pequeños, creando un vacío: la ignorancia. Ya no sabemos qué es qué. Quién es el “bueno” y quién el “malo”. Solamente intentamos luchar contra la represión, pero eso es lo que somos. Nosotros mismos nos reprimimos, no nos paramos a conocer otros mundos e ideas que puedan servir para mejorar. Copiamos y pegamos. Generación tras generación, solo añadimos matices. Pensamos: Total, ¿qué más dá? yo disfruto MI vida, ¿los demás? que se la curren, ¿y los que vengan detrás? que se las apañen con lo que les dejamos.
Dediquémonos a mejorar, no a continuar como “zombies” serviles a un gobierno corrupto. No es necesario un Dios inventado, para echarle la culpa a alguien de la decadencia económica, la miseria y la falta de medios.No pedimos revelarnos contra nosotros mismos. Pedimos la unión del pueblo ( que somos todos ), para vivir probablemente en lo que hoy creemos que sólo puede llegar a ser una utopía.
Andrea Mª Gayoso Rodríguez
1ºBAC-B
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